La Ley de Segunda Oportunidad, también conocida como Mecanismo de Segunda Oportunidad, y regulada en el Real Decreto-ley 1/2015, de 27 de febrero, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de carga financiera y otras medidas de orden social, es un proceso legal que permite a personas físicas cancelar total o parcialmentea deudas y salir a flote tras una situación de imposibilidad para hacer frente a las deudas contraídas. Esta Ley ha generado mucha expectativa y controversia en la sociedad española, por lo que es importante conocer detalladamente los pros y contras de la Ley de Segunda Oportunidad para evaluar si es una opción adecuada para cada situación individual.
Su objetivo no es otro que permitir lo que tan expresivamente describe su denominación: el que una persona física, a pesar de un fracaso económico empresarial o personal, tenga la posibilidad de encarrilar nuevamente su vida e incluso de arriesgarse a nuevas iniciativas, sin tener que arrastrar indefinidamente una losa de deuda que nunca podrá satisfacer.
Después de esta breve introducción, detallamos a continuación los pros y contras de la Ley de Segunda Oportunidad.
Pros y contras de la Ley de Segunda Oportunidad
Pros de la Ley de Segunda Oportunidad:
- Permite reestructurar las deudas y tener un plan de pagos más viable: La Ley de Segunda Oportunidad permite a las personas reorganizar sus deudas en un plazo máximo de cinco años, lo que puede ser una solución para aquellas personas que no pueden cumplir con sus pagos.
- Protege el patrimonio familiar: La Ley establece que el patrimonio familiar, como la vivienda principal, está protegida y no puede ser embargada en el marco de la reestructuración de deudas.
- Evita la situación de insolvencia y sus consecuencias negativas: La Ley de Segunda Oportunidad permite a las personas evitar la situación de insolvencia, que conlleva consecuencias negativas como la imposibilidad de acceder a crédito en el futuro.
Contras de la Ley de Segunda Oportunidad:
- No todas las deudas pueden ser reestructuradas: La Ley de Segunda Oportunidad solo aplica a determinados tipos de deudas, por lo que es importante evaluar si cada deuda individual se puede reorganizar o no.
- No es una solución permanente: Aunque la Ley de Segunda Oportunidad puede ser una solución a corto plazo, no garantiza que las personas no vuelvan a tener problemas de impago de deudas en el futuro.
- Puede tener un impacto negativo en la reputación crediticia: El hecho de recurrir a la Ley de Segunda Oportunidad puede afectar negativamente la reputación crediticia de las personas, lo que puede ser un obstáculo a la hora de acceder a crédito en el futuro.
Preguntas frecuentes:
¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad es una herramienta legal que puede ayudar a las personas físicas a salir de una situación de sobreendeudamiento. Sin embargo, es importante cumplir con los requisitos y probar la buena fe para poder acogerse a sus beneficios. Con esta Ley se busca una situación de equilibrio en la que las personas físicas puedan salir a flote tras la bancarrota y que los acreedores de dichas deudas puedan cobrar una parte de ellas.
¿Quiénes pueden acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad está disponible para aquellas personas que se encuentran en situación de impago de deudas, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos por la regulación, es por este motivo que, si bien hemos destacado los pros y contras de Ley de Segunda Oportunidad, hay que analizar al detalle el caso conreto de aplicación:
- Tener deudas (aunque estén al corriente de pago) con, al menos, dos acreedores distintos. Se incluyen tanto entidades financieras, como administraciones públicas (Hacienda, Seguridad Social, Ayuntamientos, etc.), proveedores, etc.
- Probar que no se cuenta con patrimonio suficiente para hacer frente a las deudas contraídas.
- Que las deudas no superen los cinco millones de euros.
- Acreditar que las deudas se han contraído actuando de buena fe.
- Que, en caso de haberse acogido anteriormente a la Ley de la Segunda Oportunidad, hayan pasado al menos cinco años.
La buena fe como elemento esencial para su aplicación
Además, es importante destacar que para poder acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, es necesario probar que se actúa de buena fe. Esto significa que el deudor no debe haber sido condenado por delitos económicos, patrimoniales, contra la administración pública o contra los trabajadores en los últimos diez años.
Una vez cumplidos estos requisitos, el deudor puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y presentar un plan de pagos a sus acreedores, que deberá ser aceptado por la mayoría de los mismos. Con este plan, se busca una situación de equilibrio en la que las personas físicas puedan salir a flote tras la bancarrota y que los acreedores de dichas deudas puedan cobrar una parte de ellas.
Además, es necesario que el concurso no sea declarado culpable. Es decir, no sería posible probar la buena fe si se demuestra que el deudor contrajo parte o todas sus deudas a sabiendas de que no iba a poder pagarlas.
¿Qué deudas pueden ser reestructuradas bajo la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad solo aplica a determinados tipos de deudas, como las deudas con entidades financieras y proveedores de servicios públicos. Hay que evaluar cada deuda de forma individual para determinar si puede ser reestructurada o no.
¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad?
Gracias a la reciente reforma de la ley concursal, el procedimiento para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad ha sido agilizado y ahora es más economico.
Documentación necesaria: El primer paso para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es recabar toda la documentación necesaria que acredite la insolvencia y la situación financiera del deudor. Esta documentación incluye informes financieros, estados de cuentas bancarias y otra información relevante.
- Solicitud en el Juzgado: Una vez se tiene la documentación necesaria, el siguiente paso es acudir directamente al Juzgado de lo Mercantil y solicitar la cancelación de deudas. Ya no es necesario iniciar los trámites ante notario, ni intentar celebrar un acuerdo extrajudicial de pagos con los acreedores.
- Dos opciones de la Ley de Segunda Oportunidad: El deudor insolvente puede escoger entre dos opciones a la hora de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad:
- Cancelación total de deudas con liquidación de patrimonio: Esta opción permite cancelar todas las deudas, a cambio de liquidar todo el patrimonio del deudor. El patrimonio incluye bienes de valor como viviendas, vehículos, joyas, etc. Todos estos bienes serían vendidos o subastados para satisfacer la mayor parte posible de las deudas. Cabe destacar que no se pueden cancelar deudas de pensión de alimentos y deudas con Hacienda y Seguridad Social por encima de los 10.000 euros.
- Cancelación parcial de deudas con plan de pagos: Esta opción permite salvar parte del patrimonio del deudor, como por ejemplo la vivienda familiar. El juez determinará con los medios económicos del deudor cuánto porcentaje de las deudas puede ser asumido, y cancelará el resto. El deudor deberá cumplir con un plan de pagos impuesto por el juez, con una duración de 3 a 5 años.
¿Cuáles son las consecuencias de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
Una vez concluido el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad, el deudor sale del procedimiento libre de deudas. Esto, sin embargo, no significa que su historial crediticio quede completamente limpio.
El deudor tendrá una anotación en su historial crediticio durante 10 años, indicando que ha estado acogido a la Ley de la Segunda Oportunidad. Durante este tiempo, tendrá dificultades para obtener créditos o financiación, y su puntuación crediticia será menor.
Transcurridos 10 años, su historial crediticio quedará limpio y la anotación será eliminada; a partir de entonces, podrá solicitar créditos y financiación con total normalidad.
Pros y contras de la Ley de Segunda Oportunidad: Conclusiones
La Ley de Segunda Oportunidad es una alternativa interesante para aquellas personas que se encuentran en situación de impago de deudas y buscan una solución a corto plazo. Por este motivo, es importante evaluar detalladamente los pros y contras de Ley de Segunda Oportunidad antes de decidir acogerse a esta regulación, ya que puede haber consecuencias negativas en el futuro. En cualquier caso, es recomendable consultar con un especialista en el tema para determinar la mejor opción para cada situación individual.
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